Solar hispano que holló con su regia planta el príncipe Carlos, joven entonces de diecisiete años, cuando vino, en virtud de disposición testamentaria de sus abuelos maternos Fernando e Isabel, a ceñir la corona de Castilla y Aragón, con "todas sus pertenecias y adherencias", aun en vida de su madre doña Juana, legítima heredera.
Tal es el motivo de que se publique este trabajo
PREPARATIVOS DEL VIAJE
De tanto esperar a Carlos, con reiteradas promesas de una parte y apremiantes instancias de otra , los castellanos o, mejor dicho ya los españoles, comenzaban a desesperar. Por fin tras vicisitudes sin cuento que sería prolijo referir, Carlos de agustria o de gante, soberano de Flandes, que iba a ser el primer rey de España, consumando definitivamente la unidad nacional- de ahora en adelante no más reyes en Castilla, de Aragón, de Navarra, sino solo reyes de España -aprestábase a realizar a sus países de allende el viaje tan esperado y deseado por unos y y tan temido por otros, a saber, los partidarios de su hermano el infante Don Fernando, al cabo de año y medio que finara su abuelo materno Don Fernando el católico.
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